47 estudiantes de Medicina de San Felipe fueron investidos con el delantal blanco
Los alumnos firmaron el Código de Honor frente a sus familiares, asumiendo el compromiso público de actuar con ética y respetar las normas, así como también los derechos y decisiones de los pacientes
Profunda emoción y solemnidad embargaron a los 47 estudiantes de primer año de Medicina campus San Felipe en su Ceremonia Académica de Investidura, evento que marca su ingreso a los campos clínicos y de servicio en el sistema de salud público del valle de Aconcagua.
La ceremonia fue encabezada por el director de la Escuela de Medicina, doctor Rodrigo Vergara; la jefa de carrera, doctora Ana María Julio, y contó con la participación de la directora del Campus, profesora Soledad Narea; docentes de Medicina, tutores clínicos, representantes del Centro de Estudiantes, familiares y amigos de los alumnos.
En su discurso, el director de la Escuela, Rodrigo Vergara, instó a los estudiantes -a través de una historia- a que no se dejen llevar por los docentes “que muchas veces pedimos respuestas únicas” e hizo un llamado a los profesores a que estimulen el pensamiento crítico y la creatividad en los alumnos, “tan necesaria para nuestra profesión”, dijo.
Continuando con la ceremonia, la jefa de carrera, doctora Ana María Julio, leyó el Código de Honor que minutos más tarde firmaría cada uno de los estudiantes investidos. Recordó la importancia de asumir con rectitud y nobleza esta profesión, aprovechando todas las oportunidades para aprender de los pacientes, profesores y colegas.
“Recordaré siempre que la medicina es un arte y una ciencia, y que el calor humano, el buen trato, la empatía, la comunicación y la comprensión son la base para el cuidado de mis pacientes”, leyó.
Invitó a los alumnos a “valorar la diversidad de experiencias de los pacientes, su cultura y creencia, puesto que esto es importante para ellos porque incrementará vuestra habilidad para cuidarlos y enriquecerá su educación”.
Luego, los estudiantes subieron al escenario para ser investidos por académicos y tutores clínicos, y firmar el Código de Honor frente a sus pares, asumiendo el compromiso público de actuar con ética y respetar las normas de los centros hospitalarios. También se comprometieron a velar por los derechos e integridad de los pacientes, cumplir con las tareas que se les encomienden y dejar bien puesto el nombre de la carrera de Medicina de la Universidad de Valparaíso.
Daniel Cuadra, secretario de bienestar del Centro de Estudiantes de Medicina, entregó unas palabras de bienvenida a la Escuela de Medicina. “Los alentamos a tomar con ímpetu, coraje y alegría este nuevo camino a recorrer. No será fácil; como en toda aventura habrá altos y bajos, pero los malos ratos y momentos de tristeza serán superados con creces por la enorme retribución otorgada por el cuidado y acompañamiento a otra persona en momentos de enfermedad, dificultad y flaqueza, donde un simple “gracias” les llenará el alma por saber que están cumpliendo su misión”, dijo.
A nombre de la generación 2019, la alumna Valentina Sandoval dirigió algunas palabras. “Son muchos los 'porqué' que cada uno de nosotros tuvo para elegir medicina como la 'ciencia y arte' a la que nos dedicaremos. Para muchos, fue su sueño desde pequeños, porque la vocación de servicio estuvo siempre, expresada de distintas maneras quizás. Porque todos queremos generar un impacto positivo, ser agentes de cambio en esta sociedad y aportar nuestro granito de arena. Queremos convertirnos en los doctores, que ustedes, nuestros seres queridos, merecen. El doctor que mira a los ojos y genuinamente se interesa y los escuche, queremos ser un aporte en la salud, sobre todo pública, disminuir las brechas y lograr ayudar a la mayor cantidad de gente, sin importarnos ningún otro factor, más que el que esa persona necesita nuestra atención", expresó