Sostienen que Chile puede avanzar hacia una “reactivación económica verde”
En la primera conferencia organizada por UVerde sobre Cambio Climático, que reunió a los expertos Marcelo Mena y Anahí Urquiza.
Con la participación de más de 250 personas se realizó la primera conferencia online de la iniciativa UVerde de la Universidad de Valparaíso sobre cambio climático, en la cual expusieron Marcelo Mena, exministro del Medio Ambiente, y Anahí Urquiza, investigadora del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2. Ambos coincidieron en que Chile tiene las condiciones para avanzar hacia una “reactivación económica verde” o sustentable. Asimismo, destacaron que es necesario contar pronto con una Ley Marco de Cambio Climático, proyecto que actualmente se discute en el Congreso. El evento fue moderado por el doctor Patricio Winckler, académico e investigador de la UV.
En su presentación, Mena destacó que esta década es decisiva para “transitar hacia la carbono neutralidad, generando empleo, inversión, descontaminando y creando resiliencia”. También advirtió del riesgo que la crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus (Covid-19) se convierta en un pretexto para ignorar los desafíos ambientales. Al respecto, fue categórico en cuanto a que “no podemos pagar con recursos de nuestros hijos una reactivación que hipoteque su futuro”. En ese sentido, enfatizó que “la reactivación tiene que ser sostenible”.
Mena destacó que Chile tiene grandes oportunidades en una economía de bajas emisiones y que enfrenta los desafíos del cambio climático, ya que varios estudios han revelado que tomar medidas de adaptación climática implica “cuatro a cinco veces más beneficios que costos”.
A propósito de la actual crisis sanitaria, económica, social y climática, el exministro del Medio Ambiente suscribió el planteamiento de la directora gerente del FMI Kristalina Georgieva, con quien trabajó cuando era directora general del Banco Mundial, en cuanto a que será necesario gastar una enorme cantidad de recursos con el fin de construir “un mundo más justo y más equitativo, más verde y sostenible, más inteligente y, sobre todo, más resiliente”, según ella ha declarado en medios. Por lo tanto, Mena considera relevante “invertir en energías renovables, transporte público, fomentar las energías limpias, hidrógeno verde, infraestructura resiliente, entre otros, y ponerle un precio al carbono como corresponde”.
Mena, quien es doctor en Ingeniería Ambiental, recordó que “Chile actualmente extrae casi el doble de los recursos que el resto de los países de la OCDE para generar un dólar. Somos una economía extractivista”. En ese contexto, nuestro país se comprometió a la carbono neutralidad al 2050 y a reducir emisiones netas en 45% al 2030 y “esto se funda en una política de Estado en donde hay consenso transversal”
Entra las potencialidades de Chile para transitar hacia una economía de bajas emisiones, Mena destacó las energías renovables que ya representan “casi setenta veces más de potencia eléctrica renovable que lo que hoy consume el país”, así como el producir “el hidrógeno verde más barato del mundo” para el almacenamiento de energía y seguir avanzando en la electromovilidad para vehículos que recorren largas distancias. A esto se suma la mayor demanda mundial de cobre (se prevé que se duplique), litio y níquel, y la posibilidad de dejar de ser una economía extractivista.
Desarrollo regenerativo
En la misma línea, Urquiza puso énfasis en que “sin duda, la reactivación económica tiene que ser verde, pero de verdad. Es decir, lograr un cambio de rumbo y que los cambios de vida que vengan después de esta pandemia sean considerando los escenarios climáticos y los desafíos de adaptación y mitigación”.
La doctora en Sociología y académica de la Facultad de Ciencias Sociales de la U. de Chile subrayó que “más que desarrollo sostenible, prefiero el concepto de desarrollo regenerativo. Porque asume la necesidad de un cambio más profundo y cultural, de aceptar que los seres humanos somos parte de la naturaleza y dependemos de ella y que la única forma de mantenernos viables en el planeta como humanidad es que seamos capaces de no solamente respetar la naturaleza, sino también de restaurar el gran impacto que hemos generado hasta ahora”.
Además, Urquiza planteó que el cambio climático ha amplificado una serie de desigualdades, entre países más desarrollados y contaminantes versus los más pobres y vulnerables a los efectos de este fenómeno, al igual que diferencias de género, culturales o entre generaciones actuales y futuras.
Por ello, arguyó que la sustentabilidad es un gran desafío global y local, que implica resiliencia territorial y sectorial para enfrentar mejor las múltiples amenazas. Asimismo, puso de relieve que se requiere una “mirada integral” que considere las consecuencias sociales de las medidas de mitigación y adaptación al cambio climático, a fin de lograr una “transición justa”.
“Necesitamos avanzar en que nuestras comunidades tengan mejores herramientas para enfrentar las múltiples amenazas por el cambio climático y otras propias del país, como los terremotos y tsunamis u otros, al mismo tiempo que logramos reducir nuestras emisiones y protegemos el medio ambiente”, expresó Urquiza.
La investigadora está convencida de que el cambio climático impone una diversidad de soluciones posibles, pero que cada una de ellas requiere aproximaciones integrales y abordajes interdisciplinarios e intersectoriales. En ese sentido, comentó que se necesita una creciente articulación entre distintos ámbitos organizacionales, disciplinarios y socioculturales.
Ley Marco de Cambio Climático
Ahaní Urquiza y Marcelo Mena también estuvieron de acuerdo en que es importante que nuestro país cuente lo antes posible con una Ley Marco de Cambio Climático, proyecto que se está tramitando actualmente en el Congreso, no obstante las falencias que este tenga actualmente.
Al respecto, Urquiza señaló que “para hacerse cargo de la adaptación al cambio climático se necesita transformar la institucionalidad y así tener la capacidad de tomar decisiones sobre los territorios. Hoy no tenemos, por ejemplo, la posibilidad de realizar una gestión integrada de cuencas”.
Aunque Mena reconoce que el proyecto de ley requiere mejoras para que sea “descentralizado, interdisciplinario y no tenga tanta tutela del Ministerio de Hacienda”, enfatizó que es “súper importante que salga esta ley, porque quienes más se benefician de que esto no ocurra son los que tendrían que cumplir normas. Por lo tanto, uno tiene que entender que lo perfecto no tiene que ser enemigo de lo bueno. Prueba de eso es el proyecto de Servicio de Áreas Protegidas y Biodiversidad, que ya lleva como cinco años tramitándose: quienes más se han beneficiado del maximalismo en la discusión son quienes deben ser regulados”.
Urquiza apuntó que “estoy de acuerdo con Marcelo en cuanto a que la Ley de Cambio Climático tiene que salir, a pesar de que el proyecto es muy malo, porque incluye aspectos que son importantes como los compromisos de carbono neutralidad. Pero tenemos que hacer esfuerzos por reformarla, que nos permita incorporar una gestión más adaptativa e instalar estructuras que puedan ir cambiando en el tiempo. Parte de eso tiene que ver con una mirada más transversal y que la ley realmente sea ´marco´, en el sentido que las decisiones que se tomen en el país consideren las condiciones climáticas”.
UVerde es una iniciativa impulsada por un grupo interdisciplinario de alumnos(as), exalumnos(as), académicos(as) e investigadores(as) de la Universidad de Valparaíso, que apunta a transmitir información medioambiental desde la academia hacia la comunidad. Su primera conferencia sobre Cambio Climático se realizó el martes 14 de julio de 2020.